A través de los ojos de… Dela Cardona

Llevo más de medio año en Leeuwarden, pero cuando llegué aquí, había una gran variedad de cosas que me sorprendían. Por ejemplo, ¡todo el mundo al presentarse me daba la mano! En España, lo normal es presentarse dando dos besos en las mejillas, por eso cada vez que conocía a alguien, me acercaba con la intención de besarle, mientras ellos estiraban la mano para estrecharla. Al principio era muy incómodo, pero ahora extender la mano me sale automático. Más